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Érase una vez... Arroz al horno




El arroz en mi casa siempre se sirve con el mismo acompañamiento, un comentario de mi madre: “No sé qué tal me habrá salido, porque ya sabéis que no tengo mano para el arroz”.

Y eso es mentira, mentira cochina, mi madre SIEMPRE prepara un arroz riquísimo, eso sí… no tiene un nombre específico en plan “paella mixta” “paella” “arroz a banda” “arroz con costra”… Es arroz a “su estilo libre” una veces con marisco, otras con pollo, con conejo, con costilla, con mezcla de dos, es un arroz “a lo que tengo en el frigorífico”. Y ese es el arroz de mi vida, con el que he crecido.

Hace unos años, ya estaba yo por encima de los treinta,  fui con un grupo de amigos a una arrocería estupenda y probé por primera vez “arroz al horno”. Sinceramente, yo no sabía ni que existía eso y me quedé “pasmá”  con lo delicioso que estaba. Servido con un recipiente de all i oli casero para el que quisiera poner un poco.
Y allí estaba yo, buscando sabores y anotando ingredientes de cabeza para poder hacerlo en casa.

Ya sabéis que lo mío son los cuentos, no sólo las recetas y por eso os contaré que una vez me fui a pasar un fin de semana a Portugal a comer bacalao (que no me gusta). De camino, hicimos noche en Zamora y pasé un día en Pereruela, viendo el barro con arcilla refractaria natural, los hornos, las cazuelas… y me enamoré de esa maravilla.

También os diré que tengo una cabaña pasiega en medio de la nada, pegada al río y me empeñé en instalar fuera de la cabaña un horno de leña de Pereruela, me lo tuvieron que traer cruzando media España en un remolque, tuvimos que bajarlo “a peso (500 kilitos)” por el camino de cabras embarrado y en pendiente que va desde la carretera a la zona en la quería instalarlo y por supuesto QUISE ESTRENARLO A LO GRANDE. Invité a unos amigos a pasar un fin de semana y me dispuse a jugármela con el arroz al horno, AL HORNO DE LEÑA.

Y después de esa primera vez…. Lo he repetido con cada visita nueva que no lo ha comido, la mayoría cuando vuelve me pide que lo haga de nuevo, debe ser que está bueno!!!

Que me perdonen los puristas de los arroces, lo hago a mi manera con los ingredientes que identifiqué en la arrocería y como me sale bueno…repito siempre la misma receta.

De la despensa:



Arroz bomba (entre 80 y 100gr por persona)
Caldo de carne/pollo (Es un arroz seco por lo que la cantidad de caldo que debemos usar es exactamente el doble que la de arroz).
1 Pimiento rojo hermoso
1 Pimiento verde italiano.
1 cebolla.
1 cabeza de ajos.
Panceta o 2 filetes de lomo de cerdo (adobados o frescos).
Dos chorizos para cocinar.
Media morcilla de arroz.
1 puñado de garbanzos cocidos (yo uso de bote bien enjuagados).
Sal.
Aceite de oliva virgen.

Manos a la obra:
El caldo hay que echarlo hirviendo, por lo que habrá que ponerlo a calentar mientras llevamos a cabo el resto de los pasos.

El horno debe estar caliente a 200º calor arriba y abajo. Sin ventilador.

1. Cubrir la base de la paella con aceite.

2. Echar las verduras picadas en trozos no demasiado grandes y sofreír con un poquito de sal para que suelten sus jugos a fuego medio.

3.  Añadir el chorizo cortado en rodajas de 1 cm. de grosor y dejar que se haga con las verduras, soltará su grasita e impregnará con su sabor las verduras. Cuando empiece a soltar su aceite, echar la panceta (o los filetes de lomo) cortada en tiras.

4. Echar el arroz sobre todo lo que tenemos cocinándose y dar unas vueltas con la cuchara de madera hasta que pierda la opacidad y se quede un poco translucido.

5. Echar el caldo hirviendo en la paella con todos los ingredientes. Con la cuchara de madera mover un poco para que se organicen los ingrediente

6. Es muy importante que el caldo no pierda mucha temperatura antes de meterlo en el horno, por lo que conviene no entretenerse media vida en éste paso. Tenemos que colocar la cabeza de ajos cortada por la mitad en el centro de la paella, 4 ó 5 rodajas de morcilla en forma circular (como si fueran los números de un reloj) y echar los garbanzos repartidos por encima. Meter todo en el horno 20 minutos.

Ésta es la pinta que tendrá cuando saquéis la paella del horno...



Y colorín, colorado, ésta receta se ha acabado...


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