Me encanta ésta parte de "Cuentos de sal y pimienta".
Me llena de orgullo y satisfacción (; P) que os animéis a preparar las recetas del blog y que me hagáis llegar las fotos. Me está sirviendo para retomar amistades que con el tiempo han ido enfriándose por la distancia y las vidas y para crear otras nuevas. Me hace muchísima ilusión.
Hoy toca "colgar" las fotos de los arroces al horno que habéis ido preparando. Todos habéis coincidido en decir que la receta os ha gustado mucho y os ha salido estupenda.
Estoy un poco sorprendida porque os ha salido bien a todos y las tortitas, que eran mucho más sencillas, han sido en muchos casos "diferentes".
Los que me conocéis sabéis que quiero a mi hermano con absoluta locura. Con las tortitas y la sartén de estrella no tuvo mucho éxito pero con el arroz se ha vengado. Quedó perfecto y rico a la primera.
Ha sacado al chef que lleva dentro, aunque tuvo algún contratiempo:
1. No tenía caldo del rico riquísimo que hace Sonia y tuvo que usar caldo "gallina blanca".
2. No tenía cabeza de ajos y tuvo que usarlos sueltos y colocarlos como pudo.
Pero como iba diciendo, incluso con esos contratiempos ha sido capaz de hacer un arroz ¡muy rico!
Otro de los arroces que me han llegado ha sido el de Pepa, aquí tengo un ejemplo estupendo de lo que es recuperar con un plato una relación... Pepa y yo trabajamos juntas hará unos 15 años, cambiamos de vida, de ciudad, de trabajo. Piolín desapareció de mi vida y ha vuelto.
Sigue pareciendo Piolín, con sus ojos supermegahiper azules y su pelito corto rubio. Algún día os contaré el cuento de "Ahijó, ahijó, al campo a pasear, tiroliroli tiroliroli... ahijó, ahijó, ahijó"
De momento habrá que conformarse con el arroz al horno que hizo.
Y el último de momento. Ya sabéis que iré actualizando las entradas de "Todos escribimos Cuentos..." según vayan llegando vuestros logros....
La última foto es la de Gelete, el cocinero novato al que todos conoceréis por sus comentarios. Os aconsejo a todos los que no leéis los comentarios que lo hagáis y a los que no escribís que lo hagáis... porque eso es parte del encanto de los blogs, comentar y compartir.
Ángel (no me gusta nada llamarlo Gelete) que es de tierra de arroces, ha decidido hacer algún cambio en la receta y quitar la morcilla para poner sobrasada. Según dicen él y su hijo está absolutamente espectacular. Yo pienso hacerlo y probarlo ya mismo.
Ángel será un novato en la cocina, pero es evidente que es mi profesor de fotografía. Gracias a su ayuda puedo colgar las fotos de "Cuentos de sal y pimienta". Yo solo tenía buen ojo para ponerlo bonito y encuadrar, lo que sé de revelado y de raw (hace cuatro días no sabía ni siquiera que eso existiera) se lo debo todo todito a él.
Y aquí viene otro arroz... éste es muy especial porque me lo han dedicado. Las palabras de Isa en facebook han sido exactamente: Delia va por ti, umm huele de maravilla
Y aquí viene otro arroz... éste es muy especial porque me lo han dedicado. Las palabras de Isa en facebook han sido exactamente: Delia va por ti, umm huele de maravilla
La pinta es estupenda y el olor según ella maravilloso, de manera que espero una invitación formal para compartir un día ese plato y así retomar conversaciones que se quedaron en Madrid hace unos 17 años...
La foto del arroz:
Por ponerte una pega Isa: Hazme el favor la próxima vez de poner el culete de la morcilla sin la pieza metálica jodía, mis dientes valen más que mi casa porque los he pagado TODOS y si muerdo el hierrecito y se me rompe alguno te lo hago pagar por mucho que te quiera. ;)
Y colorín, colorado... vuestros arroces (de momento) se han acabado.