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Mostrando entradas de noviembre, 2019

Érase una vez... crema de mejillones "a la rumAna"

Érase una vez... un reino visitado por una persona de un reino muuuuuuuy lejano. Aunque esa persona llegó de un reino muuuuuuuuy lejano... fue conocerla y querer que se quedara en un espacio muuuuuuuuy cercano. Ana. Ana nació en Rumania y los avatares de la vida la trajeron a España y aquí nos la quedamos y no la vamos a dejar escapar nunca. Ahora una parte de su familia es española. Hace mucho tiempo dediqué uno de mis cuentos a una familia, una receta curativa cargada de hierro, un paté de mar . Siempre pensé que era difícil superar el delicioso sabor de esa sencilla crema, pues bien... Ana me hizo dudarlo. La receta que ella me dio y que traigo hoy está dentro de una sección de mi cocina que se llama: "cadavezquetengocomidaencasalapreparo". No falla, gusta a todos. Grandes, pequeños y medianos. Cuando el hijo de la Cuentista conoció a Ana tuvo a bien hacer un comentario que quiero dejar aquí, en mi Reino, en un sitio que visito con bastante frecuenc

Érase una vez... tarta de chocolate

Ya os os he comentado alguna vez que no me gustan las tartas y no me gusta el chocolate. El bizcocho de chocolate es de los pocos que tampoco disfruta el pequeño hermano Cuentista, se lo come si hay que comérselo pero no lo disfruta. Esta tarta nos gustó mucho a los dos, la hice para el cumpleaños del pequeño Minichef y queda realmente deliciosa y encima parece profesional!!!! De la despensa: Para el bizcocho base: 4 huevos 250gr. harina de repostería 1 sobre de levadura Royal 300 gr. azúcar moreno. 85 gr. cacao en polvo 110 gr. aceite girasol 100 gr. aceite de oliva 225 gr. leche. Para la crema de trufa: 300 gr. Chocolate cobertura 175 gr. Azúcar 1 litro de nata para montar Manos a la obra: La crema de trufa hay que prepararla el día antes. Crema de trufa: 1. Calentar la nata con el azúcar. Cuando rompa a hervir retirar el cazo 2. Echar el chocolate a la mezcla y batir hasta que se funda e integre. 3. Volver a colocar el cazo

Érase una vez....Rabo de toro

Nunca recuerdo (jamás de los jamases) que a mi padre que disfruta lo indecible comiendo casquería, cabezas al horno de cualquier animal, oreja de cerdo y todo lo gelatinoso, mi padre que es un enamorado de comer carne con hueso, que es un gran amante de la comida manual, es decir, enganchar el “cachocarne” con las manos y mancharse de grasa hasta las orejas, ensuciarse la camisa SIEMPRE y demás finuras gastronómicas, pues a mi padre el rabo le parece que ni fú ni fá. Y ahí estoy  yo, de vez en cuando me paso una tarde cocinando rabo de toro a fuego lento, paso cuatro o cinco horitas de mi vida sellando, estofando y observando con ojos amorosos un rabo de toro para mi padre y al oír su “ya sabes hija, que a mi el rabo de toro es una cosa que ni fú ni fá….”  siempre recuerdo que he vuelto a olvidarlo. Creo que con ésta entrada he encontrado el sistema infalible para no olvidarlo nunca más. SÓLO TENDRÉ QUE MIRAR EL BLOG. El rabo de toro es una de esas comidas que adora

Érase una vez... Asado ibérico con patatas

Érase una vez una pequeña cuentista toledana y terca. Me gusta mantener la firmeza de mis convicciones. Pero… Las app. Las redes sociales. Instagram. Hola al enorme mundo que se ha abierto ante mí y ante todos. Adiós a mis cuentos. Vivía enamorada de la idea inicial de dedicar cada receta publicada a la persona que me la enseñaba con un cuento, pero es imposible mantenerla. Hay muchas recetas que encuentro en las publicaciones de desconocidos que ajusto a nuestros gustos personales y por escribir historias para el blog al final no puedo publicar recetas tan maravillosas como la que traigo hoy. De manera que he decidido cambiar. Cachis en la mar. No me queda otro remedio… o echo el cierre definitivo o dejo de contar cuentos. Pues dejo de contar cuentos. Esta receta es una delicia absoluta, cuando la preparé por primera vez pensé: Esto es un platazo para una cena familiar o con amigos, levanté la vista y me estaban mirando mis dos hombrecitos, uno me