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Mostrando entradas de abril, 2015

Érase una vez... empanada enrejada quitapenas.

Érase una vez una Cuentista que padecía un gran mal. Ese mal estaba provocado por el veneno de la desgana. La tristeza hizo que abandonara durante un tiempo el Reino de los cuentos. Necesitaba desaparecer del Reino y durante un tiempo se dedicó a visitar otros mundos nuevos. Un día, mientras paseaba, reconoció el olor a pan casero, cuánto más se acercaba… más olía. Y así llegó a un reino que llamó su atención por lo amable de sus gentes y su dedicación. Todo olía a pan. Acogieron a nuestra Cuentista y curaron muchas de sus heridas con harina y masa madre. Un buen día lanzaron un reto y ella decidió aceptarlo.  Ana Q. (de Qasimi) planteó el reto... Debían preparar una empanada y cumplir dos requisitos: la masa debía ser casera y la tapa debía estar decorada.  Y gracias a las manos enharinadas de Ana y a su ironía chispeante volví a entrar en la cocina. La masa, los ingredientes, el olor… cada paso que daba iba haciendo que crecieran las ganas de compartir cuentos

Érase una vez... Bizcocho de chocolate.

Érase una vez una princesa cuya Sonrisa Alegre Robaba Almas. Atrapaba a todo aquél que osaba acercarse a ella y como nuestra Cuentista no estaba avisada sobre el gran peligro que suponía… se acercó y quedó atrapada por el encanto de su sonrisa, la muy ilusa permitió además que se acercaran los miembros de su familia y ahí quedaron enredados también. Debería haberse dado cuenta de que si separaba las primeras letras de cada palabra se formaba su nombre: SARA. Un día en el que la Cuentista estaba muy nerviosa, escuchó unas palabras mágicas que intenta aplicar desde entonces cuando nota que el humo de la impaciencia sube desde su estómago:    - ¿No podrías ser un poco más Sara? Pon un poco de ella en tu vida. Hay que reconocer que es maravillosamente optimista y alegre, un espíritu volador que sonríe e ilumina a los que tenemos la suerte de estar cerca a menudo. Tanto es así que ha conseguido que nuestra Cuentista asista a sus clases de zumba varias noches a la se

Érase una vez... Las levaduras.

Me consta que es martes, que si fuera una chica responsable habría preparado una deliciosa receta para hoy.  Pero ésta semana mi corazón me exige un giro, me chivó que quería poner la receta el viernes, por lo visto es un día especial y claro... no voy a llevarle la contraria a mi propio corazón... Al fin y al cabo este blog siempre ha estado lleno de sentimientos y así me gusta que sea. Por lo tanto.... Érase una vez… una Cuentista loca. Decidió que debía intentar explicar las distintas levaduras que podemos encontrar en las tiendas, lo que es una masa madre, los distintos tipos que hay y lo que podemos hacer con todo ello. Lo dicho… Loca de atar. Es un mundo precioso y hacer panes o masas en casa es un verdadero placer, algunos de los cuentos que os tengo preparados llevan masa madre, otras llevan levadura de panadería y creo que es bueno saber que la levadura Royal no vale…Voy a intentar hacerlo lo más resumido y menos aburrido posible… si dentro de los habitantes

Érase una vez... Recetas de lluvia y azúcar

Érase una vez un Reino de cuentos, lleno de maravillosos personajes... Y érase una vez un corredor llamado Daniel. En la agenda de la Cuentista pone: Daniel corre corre… Siempre he dicho que hay personas afortunadas en la vida, que viven rodeadas de personas especiales. Yo me considero una de ellas y hoy traigo un claro ejemplo de ello. Daniel entró en nuestro reino de cuentos por casualidad, salía a correr por Santander y una buena noche corrió, corrió y tanto corrió que sin querer traspasó la realidad y entró en el Reino de la Cuentista. En realidad la primera vez que se vieron, Daniel estaba cumpliendo una promesa que había hecho y traía una bolsa de tomates para la Cuentista de la huerta de su familia. Con los tomates ella hizo un agua de tomate que publicó en el blog y se lo regaló a él de nuevo. Y así dio comienzo nuestra relación… entre carreras y huertas. Daniel me dijo hace mucho que echaba de menos mis cuentos y fue el primero en enterarse de que

Érase una vez... las galletas de los cinco platos.

…. En un tiempo no muy lejano…Unos meses antes… Érase una vez una cuentista que un día salió a pasear por su Reino cargada con sus cachivaches de cocina y cuando caminaba entre los árboles se pinchó con uno de los cuchillos. Era un cuchillo impregnado con un veneno muy peligroso: El veneno del desánimo y la desilusión. Una profunda pena anidó en su corazón y el desaliento se apoderó de su Reino. La tristeza hizo que los cuentos no pudieran salir y el abatimiento quitó la alegría a nuestra pequeña cocinera. Muchos personajes del Reino visitaron a nuestra Cuentista, escribían cartas en las que pedían que volviera e intentaban enviar pócimas y remedios que curaran su mal. Nada funcionaba. Y ocurrió algo… algo que animó a nuestra pequeña a abrir la puerta de la cocina y volver a encender el horno… los olores de la cocina y el sonido de las cazuelas hicieron que la pena se escondiera y empezara a retroceder. El olor a comida inundó el castillo y empezó a salir po