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Érase una vez... Recetas de lluvia y azúcar


Érase una vez un Reino de cuentos, lleno de maravillosos personajes...

Y érase una vez un corredor llamado Daniel.

En la agenda de la Cuentista pone: Daniel corre corre… Siempre he dicho que hay personas afortunadas en la vida, que viven rodeadas de personas especiales. Yo me considero una de ellas y hoy traigo un claro ejemplo de ello.

Daniel entró en nuestro reino de cuentos por casualidad, salía a correr por Santander y una buena noche corrió, corrió y tanto corrió que sin querer traspasó la realidad y entró en el Reino de la Cuentista.

En realidad la primera vez que se vieron, Daniel estaba cumpliendo una promesa que había hecho y traía una bolsa de tomates para la Cuentista de la huerta de su familia. Con los tomates ella hizo un agua de tomate que publicó en el blog y se lo regaló a él de nuevo. Y así dio comienzo nuestra relación… entre carreras y huertas.

Daniel me dijo hace mucho que echaba de menos mis cuentos y fue el primero en enterarse de que estaba escribiendo de nuevo, él escribe relatos cortos y saber que esperaba mis cuentos todas las semanas me llenaba de orgullo…

Al saber que su cumpleaños era hoy decidí hacer un huequecito permanente para él en el Reino, desde aquí nombro a Daniel Corre Corre “Caballero de la Real Orden de la Hortaliza” y honraré su memoria y la de su corcel Quino hasta el final de los tiempos en Cuentos de sal y pimienta.

De su hermoso corcel Quino y Ana, la hermosa dama que ocupa su corazón, hablaremos largo y tendido en otra ocasión… porque son merecedores de tener su propia historia…

Felicidades Caballero Daniel, otro que cae en la cuarentena de la vida… y como eres escritor he querido dedicarte un libro, un libro maravilloso sobre sentimientos. 

"Recetas de lluvia y azúcar" ha sido uno de mis últimos descubrimientos, el libro nos explica las emociones desde una perspectiva divertida, absolutamente loca y nos da las recetas para alcanzar o eliminar cada una de ellas... 

Una de las recetas del libro es sobre la gratitud y los ingredientes para aprender a ser agradecidos son:

   1. Utilizar harina de prójimo. Vale el primero que pase.
   2. Dos vasos de agua, si es de lluvia mejor.
   3. Mezclar con las manos.
   4. Añadir un pellizco de sal cósmica. Hay que buscarla en las estrellas, el viaje merece la pena.
   5. Dar gracias al sol, a la montaña, a la luz eléctrica, a los animales, a la noche....

Moraleja: Yo siempre hago arreglos a las recetas, en ésta he añadido: gracias a la huerta, a los tomates, a los pimientos, a los conejos, gracias a ti.

Y colorín, colorado... ésta receta se ha acabado.

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