Érase una vez una pequeña cuentista toledana y terca. Me gusta mantener la firmeza de mis convicciones. Pero… Las app. Las redes sociales. Instagram. Hola al enorme mundo que se ha abierto ante mí y ante todos. Adiós a mis cuentos. Vivía enamorada de la idea inicial de dedicar cada receta publicada a la persona que me la enseñaba con un cuento, pero es imposible mantenerla. Hay muchas recetas que encuentro en las publicaciones de desconocidos que ajusto a nuestros gustos personales y por escribir historias para el blog al final no puedo publicar recetas tan maravillosas como la que traigo hoy. De manera que he decidido cambiar. Cachis en la mar. No me queda otro remedio… o echo el cierre definitivo o dejo de contar cuentos. Pues dejo de contar cuentos. Esta receta es una delicia absoluta, cuando la preparé por primera vez pensé: Esto es un platazo para una cena familiar o con amigos, levanté la vista y me estaban mirando mis dos hombrecitos, uno me ...
Érase una vez... Una madre que siempre echaba la cantidad correcta de sal en la comida y contaba cuentos maravillosos a sus hijos por la noche. Al anochecer cuando el padre se iba a trabajar, acostaba a sus dos hijitos con ella, uno a cada lado mientras decía: “¿Queréis que os cuente un cuento de sal y pimiento?” Muchísimos años después me gustaría mezclar esos ingredientes y compartir con vosotros el gusto por la cocina y los cuentos de la vida.