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Entradas

Érase una vez... Vuestras ratatouille.

Érase una vez un precioso Reino en el que habitaban seres de todas las clases.  Unos eran buenos, otros traviesos, había algún ogro malicioso…pero la mayoría coincidía en algo: Preparaban los platos que la Cuentista del Reino buscaba y cocinaba para ellos. Además, había alguno que se animaba a enviar los resultados de sus logros. Hoy toca ver vuestras ratatouille. Todos habéis coincidido en lo mismo, el olor que llena la cocina mientras se hornean las verduras con el aliño y las hierbas. Para mi absoluto orgullo la habéis preparado de distintas formas. Muchos de vosotros no sabréis que tenemos a nuestra propia Rapunzel entre los habitantes del Reino, Isabel es dueña de una maravillosa y larga melena rizada… no se deja ver mucho porque vive en la vecina aldea de Talebook y normalmente suele encontrarse por allí con nuestra Cuentista. Y allí, en la aldea de Talebook, dejó nuestra Rapunzel particular la fotografía de su ratatouille y sus co...

Érase una vez... Crema de calabacín.

Hoy nuestra Cuentista se va a remontar al primer cuento que escribió para el blog…. Patatas en “to” crudo . En ese cuento relataba que en su familia son todos toledanos y que allí se comen la última sílaba de las palabras. Por eso “todo” se convierte en “to”. Pues bien, aún hay más… la mamá Cuentacuentos tiene su propio vocabulario y utiliza palabras a la juliana (no por la técnica del corte, es porque se llama Julia) y entre ellas está el calabacino. Singular de calabacinos. El padre de la Cuentista lleva toda la vida intentando que quite la “o” y deje a la pobre hortaliza su nombre real, pero no hay forma… Tengo tantas recetas de calabacín que me estoy planteando dedicar todo un mes a esa hortaliza y así lo podremos disfrutar crudo, al horno, a la plancha o en crema… que es mi elección para la entrada de hoy. Todos los que preparan crema de calabacín están en posesión de la mejor crema de calabacín del mundo, nadie la prepara mejor. Y todos utilizan un i...

Érase una vez... Alimentos de julio

Érase una vez una escorpena que hacía gala de su nombre y sentía una profunda pena… Su temporada estrella eran los meses de verano. Una noche que nadaba por los mares de China se encontró con un mamonsillo que se había caído de un barco. Hablando un poco de la vida en general nuestra escorpena se enteró de la existencia de una Cuentista que dedicaba un día al mes a los alimentos de temporada. La escorpena se puso escorfeliz al enterarse de que salía en los alimentos del mes de junio, pues era sabedora de que también saldría en julio y en agosto. Muy orgullosa decidió abandonar sus hábitos nocturnos y durante unas semanas se dedicó a nadar y pasear por las aguas de los mares durante el día, dejando un poco las arenas y fondos rocosos en los que solía permanecer oculta a esas horas. Quería acercarse poco a poco al norte de España, a lo mejor con un poco de suerte podría conocer a la Cuentista. Pero la felicidad no duró mucho… un buen día se encontró con un “...

Érase una vez... Espaguetis negros con gulas y langostinos.

Érase una vez una Cuentista que vivía en un precioso Reino, con valles y montañas, bosques de hayas y castaños… pero llevaba una temporada sin sentirse absolutamente feliz. Nuestra pequeña Cuentista era una gran amante de los cuentos y las leyendas y siempre estaba atenta a las historias que contaban los habitantes del Reino. Pero llegó el verano, el verano es una época poco propicia para cocinar, meterse en la cocina para preparar platos calientes apetece menos, las vacaciones, las prisas para preparar una “merendera” con un sándwich o una ensalada que se pueda llevar a la playa o a la piscina… Todo ello hacía que nuestra cuentista no pudiera publicar recetas con cuentos. Casi todos los cuentos llevan detrás una receta dulce o una receta “preparada al amor del tiempo”  y aunque tenía muchísimos esperando… no son buenos para el calor, o los ingredientes no son de temporada… Un día al despertar, vio que una de las palomas mensajeras, una muy blanca que se ...

Érase una vez... Ensalada Capresse.

Érase una vez una Cuentista que cambiaba de opinión una y otra vez para la receta del 27 de junio…  Hoy es un día muy especial en su Reino porque  cumple “la cuarentena” el padre del pequeño Minichef y según se hace llamar él mismo: parte contratante de la Cuentista. Dani no es amigo de aparecer por aquí, prefiere mantenerse en la mesa y limitarse a criticar (sin ningún tipo de criterio porque no pone pegas a nada) los platos que pasean por delante. Pero hoy no puede elegir. En otro Reino y en un tiempo muy lejano,  la Cuentista y la parte contratante solían cenar en una humilde taberna que había en la aldea en la que vivían. A saber,  un VIPS de Madrid. Y compartían siempre los mismos platos, unas patatas VIPS y una ensalada Louisiana. Pero llegó el día en el que la Cuentista tuvo que preparar por primera vez una comida en casa para los dos. Ya os podéis imaginar el miedo pavoroso que tenía a cocinar algo y no quedar en ridículo. Por aquel ent...

Érase una vez... Aceites y aliños.

En realidad es difícil saber el momento exacto en el que uno empieza a aficionarse a algo. Nuestra Cuentista no sabría decir cuándo o qué la llevó a tomarse la cocina como algo más que una obligación diaria. Pero muchísimas veces ha pensando que se animó a hacerlo por un comentario que hizo su cuñada Sonia una noche, hace muchos años y que recuerda muy a menudo: “Aliña tú la ensalada porque siempre las dejas perfectas, tienes muy buena mano con ellas” Me encantan las ensaladas y menos mal… porque he pasado la mitad de mi existencia a dieta. Me encanta comer y me encanta picotear con una cerveza fresca. Y eso tiene sus consecuencias. Mis ensaladas son épicas, me encanta desde la mixta hasta la gourmet más gourmet y tengo una colección de aliños tremenda en uno de los cajones de mi cabeza. Todo ello nos lleva a la entrada de hoy. No traigo una receta “receta”. Hoy traigo un juego de aliños por varios motivos… Se acerca el verano y apetecen comidas m...

Érase una vez... Técnicas de corte.

Por fin la primera entrada de "Técnicas de Cocina". Nuestra pequeña Cuentista tenía muchas ganas de empezar con este apartado de "Cuentos de Sal y Pimienta".  La Cuentista sabía que si un día decidía tragarse unas gotas de la pócima de "abracadabra, que me convierta en una gamberreta por un día", algún hada buena o duende malicioso iba a caer en sus redes e intentaría hacer que la pobre se sintiera atemorizada por el uso de expresiones como "cortar en paisana grande". Y así fue.  Antes de que el pregonero del Reino pudiera leer a todos su misiva ya teníamos comentarios dulces y bienintencionados aclarando con delicadeza lo que significa "corte paisana" o "en trozos groseros"... Aun así y a sabiendas de que ya no es necesaria esta explicación, la Cuentista ha decidido preparar unas pizarras con los cuatro cortes más utilizados en cocina.  Quedan otros y los iremos viendo poco a poco, algunos de ellos no los h...